
Tras varias reuniones en el Vaticano sobre los casos de abuso sexual de sacerdotes contra menores de edad en Chile, el papa Francisco entregó una carta a los 34 obispos donde les agradece la «plena disponibilidad» de cada uno para colaborar en los cambios que se efectuarán «en el corto, mediano y largo plazo».
Medios internacionales indica que el texto que el pontífice entregó a los religiosos señala que todos los obispos que han encubierto estos hechos o han sido negligentes en erradicarlos ya presentaron su renuncia.
El papa espera reparar los daños causados a las víctimas, mientras tanto envía a los obispos a Chile a «seguir construyendo una iglesia profética que sabe poner en el centro lo importante: el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado».